Iglesia de Santa Clara
Balmaseda
Dinero de Indias para la fundación de un convento
- Cronología: siglo XVII (1675)
- Estilo: Barroco
- Autoría: Marcos de la Pedrosa (cantero) y Francisco Martínez de Arce (sacristía)
- Municipio: Balmaseda
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Advocación
Santa Clara nació en la ciudad italiana de Asís en 1193. Con 18 años, abandonó su casa y, en la capilla de la Porciúncula, donde vivía San Francisco, tomó el hábito de manos del santo, prometiéndole obediencia. Posteriormente, San Francisco dispuso para Clara y sus seguidoras una vivienda, adaptada al ideal de pobreza y sencillez que ella misma anhelaba. En ella se instaló el pequeño grupo de mujeres, llamadas Damas Pobres, luego Clarisas, formado inicialmente por Clara de Asís y otras tres compañeras. La comunidad femenina imitaba en lo posible la de los hermanos franciscanos. Murió en 1253 y fue canonizada en 1255.
Historia
Esta iglesia y el convento fueron financiados por Juan de la Piedra Berástegui, un importante mercader balmasedano que hacía negocios en Panamá. A su muerte, y por testamento hecho en 1643, dejó todos sus bienes para la construcción de esta obra que obtuvo la licencia del Arzobispo de Burgos en 1666 comenzando su andadura con 6 monjas bajo el mandato de María Jacinta de la Puente al acabarse la obra en 1675.
Por disposición en los capitulados, nadie puede ser enterrado en la iglesia a excepción de los patronos y sus esposas. Esta comunidad estuvo en activo hasta 1984 y el convento ha sido convertido en hotel. Por su parte, la iglesia hoy es el Centro de Interpretación de la Pasión Viviente de Balmaseda.
Edificio
La planta es la característica de las iglesias de los conventos carmelitas y franciscanos: capilla mayor cuadrada con brazos de crucero y cabecera rectangular con espadaña. Los muros son de mampostería, reforzados con sillería, y se cubre con bóvedas y cúpula con placas radiales. En el último tramo se abre la desaparecida clausura. Cuenta con un coro con sillería de veintisiete asientos con respaldos decorados, obra de Francisco Martínez de Arce 1687. La iluminación se hace por medio de ventanas adinteladas con vidrieras y se accede al interior por una portada en arco de medio punto que cuenta con una losa de piedra con la siguiente inscripción en letras capitales o mayúsculas: JOAN DE LA PIEDRA HIJO LEXITIMO DE / JOAN DE LA PIEDRA Y DE MADALENA DE / BVRGOS SU MUJER MANDÓ FVN/DAR ESTE CONVENTO Y LE DEXO DE RRENTA TRES MIL Y QUINIENTOS DVCADOS / ACABOSE ESTA OBRA AÑO DE 1675.
Sobre la cornisa hay dos escudos del linaje De la Piedra, en óvalo sobre escudo o tarja de cuero recortada y fruteros de peras con dos cabezas de moro sangrantes, dos panelas al centro y oso rampante en punta y leyenda en bordura: SOLA SV VIRTUD SE ENTIENDE, FUERÇA AGENA NI LE TOCA NI LE OFENDE.
En el muro este se encuentra el convento de dos plantas y con patio de arcadas de medio punto y hoy se ha reconvertido en el Hotel San Roque. Adosado a la cabecera de la iglesia está la antigua preceptoría, hoy vivienda, un edificio de mampuesto y sillar de planta baja y dos alturas. Sobre el ingreso hay un escudo de hidalgo con las armas descritas sobre una cartela de piedra que imita cuero recortado que dice: IVAN DE LA PIEDRA NATVRAL DESTA BILLA HI / XO DE GVAN DE LA PIEDRA I DE MADALENA DE / BURGOS I NIETO DE SANCHO DE LA PIEDRA I DE / MARÍA DE CANPOS I DE GARCÍA DE BURGOS / I MARÍA DE BERASTEGUI SUS ABVELOS MANDO HACER ESTA OBRA I DEXO 350 DUCADOS DE REN / TA PARA PRECEPTOR I REPETIDOR
Ajuar
El retablo de Santa Clara se sitúa en el altar mayor y fue realizado entre 1600 y 1650 por los tracistas y escultores cántabros Francisco Martínez de Arce y Francisco de la Edesa y Martín del Hoyo. Cuenta historias relativas a la Orden y a Santa Clara, siendo un buen ejemplo de la retablística del período barroco. La bóveda que cobija el retablo se encuentra profusamente decorada con elementos geométricos y entrelazos . Sus imágenes cuentan la historia de la Orden y a Santa Clara, acompañando en el centro la escultura de la santa y otras figuras entre las que destaca el Cristo crucificado. Profusamente decorado presenta columnas de fuste retorcido con aplicaciones de hojas de vid.
A los lados del principal se encuentran los retablos de San José y San Francisco, que destacan por el importante trabajo de talla de madera de las columnas salomónicas ricamente decoradas con elementos como vides. En el centro, dos lienzos de grandes dimensiones presiden sendos muebles. En el de San Francisco, se representa la estigmatización del santo que levanta sus manos, y, a sus pies, le acompaña la calavera y un rollo de pergaminos. Y el de San José es una entrañable escena donde José va de la mano con el Niño.
Cuenta con destacado un púlpito de hierro forjado pintado en dorado del siglo XVII. En la parte alta; destaca el gran órgano de estilo rococó construido por Francisco Antonio San Juan, organero de Logroño, en el año 1777. La caja cuenta con interesantes pinturas fantásticas que lo decoran. Consta de un único teclado y presenta parte de los tubos en horizontal, es decir, en batalla.
En el museo hay algunas tallas procesionales interesantes como la imagen en madera policromada del Ecce-Homo, una obra de 1922 de Lorenzo Coullaut, con paño de pureza anudado a su derecha y manto colgando del hombro izquierdo que deja parte del torso desnudo; o la imagen de madera policromada del Cristo en la columna, de talla minuciosa y buena calidad de hacia 1800; la imagen de vestir de la Virgen Dolorosa con manto y túnica negro o el Cristo yacente en urna.
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