Iglesia de San Julián

Iglesia de planta basilical que al exterior se caracteriza por el uso grandes bloques de piedra, lo que se hace más patente en la parte derruida. Y es que originalmente el templo tenía una nave de cuatro tramos, de los que hoy en día sólo se conservan dos. El ábside primitivo tiene su cubierta derruida, consecuencia del corrimiento del subsuelo motivado por las explosiones de los obuses que, durante la Guerra Civil, cayeron en el cercano aeródromo militar.
Los muros y bóvedas de crucería presentan, bajo el encalado, pinturas murales difíciles de apreciar excepto un fragmento del muro del coro alto en que se ve un castillo almenado coronado entre dos leones. Además, las claves de las bóvedas se encuentran decoradas con azulejos con motivos florales. El espacio del bajo coro permite ver la verdadera dimensión del edificio que hoy vemos distorsionado por la situación en la que se encuentra el conjunto. Tras el altar, hay una crujía más, hoy en día cerrada al público, un lugar que cuenta la historia de este edificio cargado de monumentalidad. Al exterior, el pórtico de suelo de losa guarece la portada gótica, ligeramente apuntada y abocinada. Al pie del edificio hay una torre de cinco cuerpos, el último con campanas.
En el parque que hay delante de la iglesia se conserva un crucero de piedra de hacia 1550 en el que aparecen relieves muy gastados de Cristo crucificado y al reverso la Virgen coronada.
Tras el actual muro encontramos el espacio real de esta iglesia, un lugar que cuenta la historia de un edificio cargado de monumentalidad.