Iglesia de San Martín obispo

Zamudio

Los pertenecidos de la familia Zamudio

Cronología: siglo XVI
Estilo: Barroco
Municipio: Zamudio

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Advocación

Martín nació en Panonia, actual Hungría, el año 316, y creció en Pavía (Italia). Un día de invierno ayudó a un hombre medio desnudo partiendo en dos su capa y entregándole la mitad. Por la noche, aquel hombre se le apareció en sueños, en la figura de Jesucristo, cubierto con la media capa. Fue nombrado obispo de Tours el año 370 ó 371, fue consagrado obispo y pasaría años dedicado a la oración hasta su muerte hacia el 395.

Historia

El origen de esta iglesia es tan antiguo que ha dado pie a leyendas de reyes, condes y caballeros de Asturias y Navarra, lo mismo que ocurre con respecto a la torre de Zamudio, junto a la iglesia. La familia de los Zamudio en la persona de Antonia de Zamudio Martiartu y Guecho, mujer de Ochoa de Urquiza, Contador Mayor y Juez de la Contratación de Sevilla, tenía como mercenaria la iglesia en 1616. En el siglo XVIII pasó al linaje de Malpica, quienes realizaron mejoras en su fábrica y aportaron numerosas obras de arte.

Edificio

Iglesia de planta rectangular con tres naves –el doble de ancha la central que las laterales- presenta cabecera recta y poco profunda y muros de sillería muy cuidada al exterior y enlucida en el interior. Las naves se separan con pilares de sección cilíndrica con capitel toscano y en los que se apoyan los arcos apuntados dando, en líneas generales, una sensación de verticalidad muy acusada. Llama la atención la decoración de cabezas humanas o antropomorfa en los apoyos de las bóvedas. El templo se ilumina por ventanas de arco apuntado o circulares que se abren en los muros y se cubren con vidrieras coloristas.
El presbiterio tiene una unidad compositiva reseñable siendo uno de los más importantes de la zona.
Cuenta con un graderío de piedra negra de planta mixtilínea cóncavo-convexa, que se cierra con una reja adaptada al contorno de la planta, labrada en hierro,y con numerosos paneles a base de entrelazos dejando al centro cada uno de ellos un escudo de armas de chapa repujada, en su mayor parte con corona marquesal y acompañadas del nombre del título o familia al dorso. En esta zona encontramos también atriles de figura de águila que, junto con el resto de la decoración, hacen de este prebiterio uno de los más destacados de la zona.

A los pies hay un coro, realizado en piedra que apoya en columnas toscanas y arcos escarzanos, decorado con estrellas y con una cartela en la que se puede leer la fecha 1545. Se accede a través de una escalera helicoidal de piedra.

Al exterior destacan la torre-campanario, levantada hacia 1850 por Juan Bautista de Belauzaran, y los dos puertas: la principal, un acceso apuntado con grandes dovelas y recerco de bolas, y la secundaria, a los pies, compuesta por una sucesión de arcos apuntados.

El pórtico enlosado y con cubierta de madera, recorre todo el hastial oeste y sur.

Interior de la iglesia de San Martín obispo

Decoración antropomorfa en los apoyos de las bóvedas

Elegante presbiterio de formas mixtilíneas

Graderío de piedra negra en el presbiterio

Reja de hierro para separar el presbiterio del resto de la nave

Paneles en la reja con las armas de los patronos de la iglesia

Cartela con la fecha de construcción del coro

Torre campanario erigida en 1850 por Juan Bautista de Belaunzaran

Pórtico de madera en los lados oeste y sur

Ajuar

El retablo mayor es de tipo cascarón, con columnas de fuste acanalado y un sagrario-relicario con espejos en las rocallas y la paloma del Espíritu Santo en lo alto del mueble. En la parte alta, unas águilas en la parte del entablamento que llevan escudos en las garras. El retablo alberga cuatro imágenes de los Padres de la Iglesia: San Gregorio Magno, San Jerónimo, San Agustín y San Ambrosio, de finales del siglo XVI. La imagen central es del titular, San Martín, sobre su caballo partiendo la capa para el mendigo. Sobre él, en relieve, la Asunción de Maria en un trono de nubes sostenido por un ángel y rodeada de niños. En el ático, un crucifijo corona el mueble. Los retablos colaterales son de planta mixtilínea ochavada cóncava con una brillante policromía de pan de oro y profusión de detalles decorativos en columnas, entablamentos y frisos. En el retablo del Evangelio, la titular es la Virgen del Rosario, tallada a finales del siglo XVI, acompañada por otras imágenes como San Pedro de Alcántara, Santa Teresa de Jesús, ambos con la paloma de la inspiración apoyada en el hombro, y Santo Domingo de Guzmán en la parte del ático, al que le acompaña un perro con una antorcha. El retablo de la Epístola tiene como titular a San José, obra de moderna factura, y se acompaña de un San Roque, que muestra la herida de la pierna, y un San Sebastián atado a un árbol y con el cuerpo lleno de fechas, elemento que le identifica. En la parte alta, un San Joaquín de estilo barroco completa el conjunto. Destacan los confesionarios con cabina y zócalo de planta mixtilínea rematada por cresterías de rocalla con paloma del Espíritu Santo realizados en 1775 con policromía de cuatro imágenes reaprovechadas. En la zona del presbiterio destaca una pila bautismal, de gran sobriedad, de piedra con decoraciones de bolas en el fuste y de cabezas humanas en la copa. En el coro hay una antigua carraca y un órgano de estilo romántico, construido por la casa Amezua y Cía con 12 registros y dos teclados y pedalero.