Iglesia de la Santísima Trinidad

Esta iglesia marca un hito simbólico y espiritual en el barrio bilbaíno de Altamira, un barrio de carácter obrero. Construido en hormigón armado, su planta oval tiene el acceso principal, de tres puertas, en una de los extremos del ovoide, y una puerta secundaria en uno de los laterales. Las bancadas de la feligresía se sitúan en torno al presbiterio, a modo de vuelta curva que se adapta a la planta. A los pies se levanta el coro adaptado a la planta del edificio y, bajo este, se han colocado los confesionarios. Al exterior se caracteriza por la estilizada torre campanario de piedra almohadillada, la misma piedra que se usa como basamento al inmueble. Sobre él, los muros son de ladrillo cara vista y cuenta con pórtico adelantado de visera curva. Lo más característico del conjunto es la iluminación que se realiza a través de la perforación de grandes vano en las fachadas que han sido cerradas por vitrales de colores de colores. La cubierta cuenta con una gran apertura a modo de claraboya que se cierra también con vidrieras.